Lucille Ball y Desi Arnaz: la verdadera historia de su tumultuosa relación

Lucille Ball y Desi Arnaz saltaron a la fama en los años 50 con su famosa comedia I Love Lucy. 40 millones de telespectadores estadounidenses sintonizaban cada semana para ver el alocado matrimonio de sus personajes de ficción, pero la relación de la pareja en la vida real era igual de tumultuosa. Acompáñenos en el seguimiento de sus carreras y descubra los entresijos de la apasionada relación de Lucille y Desi.

La infancia de Lucy

Lucille Désirée Ball nació en Jamestown, Nueva York, el 6 de agosto de 1911. Sus padres eran Désirée Evelyn "DeDe" Ball y Henry Durrell Ball, empleado de Bell Telephone. La familia se mudaba a menudo, y el 28 de febrero de 1915, el padre de Lucy, de 27 años, falleció de fiebre tifoidea mientras vivía en Michigan.

La infancia de Lucy

Lucy, de tres años, recuerda un pájaro que volaba alrededor de la casa aquel trágico y traumático día, lo que le provocó un miedo a los pájaros que le duraría toda la vida. Su madre regresó a Jamestown, donde sus padres ayudaron a criar a Lucy y a su hermano Fred.

La noble familia de Desi

Desiderio Alberto Arnaz y de Acha III nació el 2 de marzo de 1917 en Santiago de Cuba, Cuba. Sus padres fueron Dolores "Lolita" de Acha y de Socias y Desiderio Alberto Arnaz y de Acha II, que fue el alcalde más joven de Santiago de Cuba y también formó parte de la Cámara de Representantes de Cuba.

La noble familia de Desi

El padre de Desi procedía de una larga estirpe de nobles cubanos; su tatarabuelo también había sido alcalde. Su abuelo materno era ejecutivo de la empresa Bacardí. No hay nada más cubano que eso.

Espejito, espejito, en la pared

Cuatro años después de la muerte de su marido, DeDe Ball se casó con Edward Peterson. Los nuevos abuelos adoptivos de Lucy eran suecos puritanos que prohibieron todos los espejos de la casa excepto uno pequeño en el cuarto de baño. Cuando sorprendieron a Lucy admirándose en el espejo del baño, reprendieron su vanidad.

Espejito, espejito, en la pared

Cuando tenía 12 años, su estricto padrastro la animó a presentarse al coro de su organización Shriners. A Lucy le encantaba bailar en el coro y enseguida se dio cuenta de que actuar era la mejor forma de llamar la atención y recibir elogios.

Nunca serás una estrella

Cuando Lucy tenía 14 años, salió con Johnny DeVita, un matón local de 21 años. Sus padres pusieron fin al romance enviándola a una escuela de interpretación en Nueva York. Pero sus tutores de la Escuela de Arte Dramático John Murray Anderson le dijeron que nunca triunfaría en el mundo del espectáculo.

Nunca serás una estrella

Decidida a demostrar que sus tutores estaban equivocados, Lucy regresó a la Gran Manzana en 1928 y trabajó como modelo para Hattie Carnegie. Sin embargo, la fiebre reumática truncó su sueño de ser actriz durante dos años.